“Salud Loli Curto es mi legado digital”

Loli Curto estuvo en BioCultura BCN. Ella es una referencia de esa alimentación que nutre, que sana, que transforma. Loli es una referencia en el mundo “bio” con toda una vida en las trincheras de lo genuino y de lo saludable.

-Después de tantos años en el mundo de la salud, ¿qué es lo que te falta por aprender y, por tanto, por transmitir?
-Nunca dejo de estudiar. Es mi pasión. Siento que, a pesar de llevar 50 años formándome cada día, todavía me queda mucho por aprender y aplicar en diferentes ámbitos. En estos tiempos es trascendental que los profesionales estén actualizados, lo que en el mundo anglosajón se llama el “Life learning”, el aprendizaje de por vida. Mi fuente original de estudios, desde el año 1980, ha sido la Macrobiótica, la medicina tradicional China y Naturopatía. Para poder titularme entonces tuve que irme a Suiza, ya que en España en esa época en estos temas no había mucha formación. Con los años, aplicando ese saber a diario en mi centro dietético, con enfermos y clientes de todo tipo, tuve que crear un nexo de unión entre el conocimiento ancestral de Oriente y readaptarlo al lenguaje de aquí, para que las personas comprendieran que en Occidente también siempre hemos tenido unas tradiciones de medicina ancestral relacionadas con la salud.

LEGADO DIGITAL
-¿Y todo eso que has ido aprendiendo durante todos esos años lo transmites ahora a través de https://saludlolicurto.com/? ¿Es una especie de legado digital?
-Si así Es. Considero que, con los años que tengo ya, ha llegado el momento de transmitir y dejar un legado de toda mi experiencia personal y profesional. La motivación personal de poder ayudar a más personas ha sido el pilar fundamental que me ha empujado a embarcarme en esta aventura de crear una web donde se genera una interacción directa con el usuario. Los tiempos están cambiando, y sobre todo las nuevas tecnologías nos permiten deshacernos de muchas situaciones innecesarias como los traslados. Es una maravilla que estemos conectados en directo a la vez con personas que se encuentran en distintas partes del mundo y que yo pueda optimizar mi tiempo al máximo atendiendo a tantas personas. Estoy muy satisfecha de esta nueva fórmula. Considero que un legado digital tiene un alcance mucho más amplio que su interpretación literal. El conocimiento y la experiencia de toda una vida me permite difundir información útil a las nuevas generaciones, ofrecer unas herramientas útiles que ayuden a crear hábitos adecuados sobre la alimentación y la salud holística.

AULA DE SALUD
-Tu “Aula de Salud” está basada, entre otras cosas, en 40 años de experiencia? ¿Por qué la medicina alopática le da tan poca importancia a la experiencia?
-La medicina alopática, con perdón por los profesionales, que se merecen todos mis respetos y mi admiración, tiene algunos talones de Aquiles. Por ejemplo, sabemos que el objetivo es vender patentes. Actualmente no se tratan ni corrigen las causas de las enfermedades, sólo los síntomas. A veces solo hay que sugerirle a un paciente que anule algunos alimentos que están agrediendo su metabolismo, pero eso no interesa a la industria multinacional farmacéutica que vive del consumo prolongado de medicamentos y no están dispuestas a ceder por nada ni siquiera por la salud de las personas. También decir que el concepto de la alopatía no contempla la dietética ni la nutrición equilibrada. La medicina actual funciona así: “Come lo quieras que luego, cuando estés enfermo, tendrás que venir a pedir ayuda”. La alopatía vuelve a las personas dependientes de los medicamentos. Por otro lado la medicina holística informa y ayuda a comprender las causas de los procesos del cuerpo para potenciarlos y ayudar a recuperarse. Una nos vuelve dependientes y la otra pretende que seamos autosuficientes. Considero que la medicina alopática y la medicina holística o biología deben trabajar juntas. La combinación de ambas prácticas da como resultado lo que llamamos medicina integral.

LA DEFINICIÓN
-¿Cómo te definirías? ¿Cómo una doctora de la medicina holística? ¿Cuál sería la esencia de esta medicina, la prevención?
-Me definiría como una profesional artesana de la salud que aplica exclusivamente los alimentos funcionales, sus propiedades medicinales y sus propiedades terapéuticas para resolver problemas de salud. Soy una practicante de la medicina holística. Desde hace más de 50 años que promuevo la prevención, el restablecimiento y el mantenimiento de la salud. La medicina holística trabaja principalmente con la “no agresión” al cuerpo. No agredimos al organismo con productos químicos que no son “biodisponibles” ni equilibradores de ningún desbalance: sencillamente atacan los síntomas, pero nunca las causas. No podemos decir que curamos, simplemente podemos diseñar una estrategia de cómo tratar al cuerpo enfermo para estimular permitir que él se autorepare, se auto renueve, y recupere de nuevo su salud óptima. Para mí los alimentos funcionales, si son adecuados, constituyen la piedra angular de la buena salud. En la actualidad nuestra sociedad ha aumentado el interés por conocer más sobre la alimentación. Es gratificante comprobar que cada vez más a menudo las investigaciones clínicas, epidemiológicas y bioquímicas están evidenciando la clara relación que hay entre la alimentación, la salud y el bienestar de una persona.

MACROBIÓTICA
-¿Qué papel juega más concretamente la alimentación macrobiótica en tu concepción de la salud?
-La alimentación es la base de nuestra vida y por consiguiente de nuestra salud. Nuestro organismo está diseñado para nutrirse y mantenerse vivo desde el exterior, es decir la respiración y la alimentación que vienen de fuera nos aportan lo que necesitamos para vivir, sin estos dos moriríamos. Se que muchas personas están pensando: ¿Y qué pasa con la mente, los pensamientos y las emociones?”. Pues sencillamente se crean y se alimentan de los nutrientes que consumimos y más concretamente de la energía que aportan los alimentos que estamos seleccionando para alimentarnos, bien sean adecuados o no. El budismo lo explica muy bien. Para calmar la mente y las emociones recomienda silencio y ayuno. La alimentación macrobiótica basa sus criterios en varios puntos que la nutrición occidental no los tiene en cuenta para nada “todavía” y esa es la razón por la que las dietas basadas solo en nutrientes… no suelen producir resultados terapéuticos. La alimentación macrobiótica es una síntesis de la dietética y la medicina tradicional China. Por ello…

➔ Debemos comprender que en el cuerpo hay un equilibrio constante entre Yin y Yang, es decir entre ácido y alcalino.
➔ Conocer el trofismo de cada alimento para saber si podrá producir los objetivos que estamos buscando (si queremos mejorar el riñón cuál es alimento idóneo, por ejemplo).
➔ Conocer la energía térmica de cada alimento para saber si nos conviene enfriar o calentar (zonas u órganos y sistemas).
➔ Conocer la energía intrínseca de los alimentos y saber si es Yin o Yang si contrae o dilata. Nos interesa aprender a saber contraer y dilatar.
➔ Conocer las estructuras bioquímicas de los sabores para aplicarlos también de forma terapéutica según los 5 elementos de la medicina oriental.
➔ Por supuesto el 50% de la alimentación macrobiótica es conocer las técnicas de cocina equilibrada sobre todo en el área medicinal.
➔ Las sustancias de los alimentos por sí solas nuestro cuerpo no puede procesarlas. Se requiere de un conocimiento específico de cómo llevar a cabo cada proceso para que puedan ser transferidos los nutrientes.
➔ Por cada objetivo de salud que tengamos los procedimientos culinarios deben ser específicos y cambian.
➔ Y por último… Hay que aportar a todo nuestro organismo el máximo de “energía vital”. Eso engloba la mente y las emociones para estar en plena forma. Es decir, sin estar cansados o agotados.