Loli Curto en BioCultura

“Me introduje en la macrobiótica a raíz de un problema de salud a los 18 años”
Loli Curto es una de las personas que más sabe sobre macrobiótica en el estado español. Sus libros y cursos son toda una referencia. Ahora, vuelve a BioCultura BCN para enseñarnos a vivir más tiempo y con mejor calidad de vida.

-¿Cómo será tu participación en BioCultura BCN 2023?

-Un año más estaré en BioCultura Barcelona este próximo mes de mayo. Ofrezco diferentes conferencias enfocadas en los ámbitos de la salud, la alimentación y la nutrición. Estas charlas se organizan en torno a una única idea de contribuir en esta sociedad a tener un enfoque integral del ser humano y así obtener un mantenimiento óptimo de la salud. Actualmente, ante las crecientes enfermedades y desajustes que padece la sociedad, una visión completa de cómo es la alimentación equilibrada macrobiótica… nos permite poner más énfasis en la labor preventiva. Considero que es muy importante el divulgar cuáles son las causas más comunes de los desequilibrios que nos llevan a desarrollar dolencias y enfermedades. Ofrecer una correcta información de cómo debe ser la alimentación diaria nos permite aprender a seleccionar los alimentos adecuados para compensar nuestras deficiencias y excesos, es decir equilibrarnos… El equilibrio, como todos sabemos, constituye la piedra angular de la buena salud. Con la participación de esta 29 edición en BioCultura Barcelona pretendo crear un nexo de unión entre salud y alimentación de dos grandes culturas, Oriente y Occidente, ayudando a que la gente tenga un enfoque total de la macrobiótica en todas sus áreas como filosofía de vida.

ENVEJECER CON SALUD EN UNA SOCIEDAD ENFERMA
-¿Es necesario envejecer bien en una sociedad con una esperanza de vida cada vez más alta? ¿Lo importante no es vivir más, sino vivir bien?
-Todos pretendemos vivir más y mejor. Muchas de las causas actuales de desequilibrios, enfermedad y mortalidad están íntimamente asociadas a factores de riesgo evitables, como llevar una alimentación desequilibrada, así como el consumo excesivo de sustancias químicas tóxicas a través de productos ultraprocesados, que nos producen situaciones como la obesidad, la diabetes, la fatiga o falta de energía, junto con el sedentarismo, el tabaquismo y el consumo de alcohol… Todo ello forman/son las bases de las enfermedades que pueden acabar siendo graves. Pero aunque parece contradictorio, al mismo tiempo hay una parte de nuestra sociedad que ha aumentado exponencialmente el interés por comer alimentos «bio”, así como tomar conciencia sobre la importancia de la alimentación y nutrición, incluso ha aumentado la obsesión por cuidar nuestro aspecto físico, hasta llevarlo al extremo. Para los que llevamos años “predicando en el desierto” es gratificante comprobar que las investigaciones clínicas, epidemiológicas y bioquímicas están evidenciando la clara relación que hay entre la alimentación, la salud y el bienestar de una persona. La sociedad actual va evolucionando hacia unos determinados hábitos que buscan una mejor y mayor calidad de vida, pero también por falta de tiempo cada vez más comemos comida rápida ultraprocesada, con muchos químicos y vacía de nutrientes… Y lo hacemos con prisas, y sin pensar en qué es lo que nos llevamos a la boca. Comemos y vivimos con prisas y, al igual que en otros muchos ámbitos de la vida, el estrés suele ganarnos la partida. El ritmo acelerado que llevamos nos impide poder dedicar tiempo a cocinar y eso fomenta el hecho de que se consuman muchos productos procesados y precocinados. No pretendo adoctrinar a nadie sino solo fomentar el interés por una alimentación más equilibrada y sana… Aunque tengamos poco tiempo si estamos concienciados y sensibilizados podemos conseguir platos rápidos y sanos organizándonos mejor e incluso cocinando para más de un día… Disponemos de muchos alimentos y pautas a nuestro alcance para conseguir el objetivo ideal de mantenernos sanos, además de vivir más, pero sobre todo vivir con mejor calidad de vida. El objetivo más importante que debemos pretender lograr con nuestro sistema de alimentación personal es que nos proporcione un incremento de nuestra energía vital y nos sirva como sistema preventivo de enfermedades. Que tu alimento sea tu única medicina y tu medicina tu único alimento (Hipócrates).

EXPERIENCIA PERSONAL-¿Cómo te introdujiste, en su momento, en la macrobiótica… y qué tiene la macrobiótica que decir en todo este asunto?
A raíz de un problema de salud que tuve a los 18 años, y tras visitar a diferentes médicos y especialistas, me di cuenta de que no podían resolver mi dolencia con la medicina alopática. Es así como conocí la dieta estándar de la macrobiótica, cambié mi alimentación por completo e introduje unos criterios más equilibrados en mi dieta diaria. Lo puse en práctica el suficiente tiempo como para darme cuenta de que esa experiencia había producido en mí una transformación completa. Fue tal el cambio que decidí dejar mi trabajo de administrativa y abrir un centro de dietética y nutrición, herboristería, terapias naturales y más tarde un restaurante macrobiótico-vegetariano que lo dirigí personalmente. Me formé años más tarde en la cocina macrobiótica medicinal y la medicina oriental así como la aromaterapia y la fitoterapia. Pero debo decir que todo el conocimiento que adquirí y aprendí, en la teoría, lo fui experimentando de forma práctica durante más de 20 años, asesorando diariamente a clientes particulares que solicitaban orientación dietética,  unas veces para prevenir y otras para resolver sus síntomas de patologías… Siempre, a través de la dieta macrobiótica.

MUNDO “BIO”
-¿Cómo ves el mundo de lo “bio” en la actualidad… tú, que llevas tantos años en este universo?
La buena noticia es que los alimentos «bio” están llegando a las grandes áreas comerciales como habíamos previsto los que estuvimos presentes desde el inicio de este sector.En la actualidad se están convirtiendo en alimentos de gran consumo aunque como consecuencia de el gran consumo, algunos de ellos van perdiendo la elaboración artesana. Cuando yo empecé hace 48 años aproximadamente el mercado de alimentos ecológicos era muy reducido,solo eran consumidores los que se dedicaban como profesionales del sector y las pocas tiendas especializadas que había,pero en la sociedad actual ha crecido muchísimo, la cantidad de consumidores  y me hace mucha ilusión ver en los grandes supermercados muchos productos dietéticos y macrobióticos,como la proteína vegetal de soja,el tofu, tempeh o seitán de trigo que yo fui de las primeras personas en elaborarla y en consumirla primero a nivel personal en mi casa,poco después en venderla para los clientes en mi tienda. Pero en paralelo al aumento del consumo “bio” también está creciendo exponencialmente el consumo de los productos ultraprocesados con muchas sustancias químicas que agreden intensamente nuestra salud.

MACROBIÓTICA-¿La macrobiótica es cada vez más conocida por el ciudadano de a pie?
La  macrobiótica es una síntesis de la medicina oriental japonesa que a su vez surgió de la medicina tradicional china hace aproximadamente unos 100 años en Japón. Por esta razón los alimentos que propone la filosofía macrobiótica como dieta equilibrada estandarizada… en su mayoría provienen de la tradición alimentaria japonesa. Yo he sido consumidora y defensora practicante durante muchos años. Pero en la actualidad la ciencia y la experiencia nos ha demostrado que muchos de esos productos, como por ejemplo los derivados de la soja, no son tan adecuados para la salud humana como nos parecía en un principio. Por esta y muchas otras razones aunque la palabra macrobiótica cada día se conoce más, sólo se relaciona con alimentacion y tengo que decir que los alimentos que propone la dieta estándar, después de haber sido utilizados durante los últimos 100 años por la comunidad macrobiótica, algunos de ellos no los recomiendo para la salud aunque muchas personas los siguen consumiendo, ya que la macrobiótica también es una estilo de vida, y puede evolucionar. Esos alimentos, debido a que tienen muchas contraindicaciones y producen reacciones de intolerancia e incompatibilidad, a la mayoría de personas  no se lo recomiendo… Por una razón muy simple: la variedad de soja que se está utilizando en la actualidad (glycine max) no se parece en cuanto a composición bioquímica a la original (glycine), aunque sea de la misma familia, que por cierto ya ha sido extinguida. Para mí la macrobiótica es la forma de comprender el universo pero sobre todo las dos leyes universales que nos rigen permanentemente y de cuyo manejo depende nuestro equilibrio bioquímico dentro de nuestro organismo: el “yin” y el “yang” (que en Occidente los llamamos el equilibrio “Ácido /Alkalino”). Y que la ciencia ha demostrado en los últimos años que las enfermedades en su mayoría (como por ejemplo el cáncer) se producen por un desequilibrio entre estas dos sustancias: es decir por un exceso de acidez en la sangre, en los tejidos y en las células. Estos conceptos son aplicables a todos los alimentos locales de nuestra cultura y no solo a los alimentos de origen oriental y esa es la parte de la macrobiótica que yo practico y aplico actualmente…

BIOCULTURA-¿Qué es BioCultura para ti?
La cultura del latin cultivar, considero que este concepto está intrínsecamente vinculado a nuestra vida tanto en el ámbito social o familiar, ya que para muchas personas la cultura es vital. Biocultura más que defender una ideología es un acto de responsabilidad de cada uno, que nos ayuda a tomar conciencia de que estamos unidos a la naturaleza y formamos parte de ella en todos sus reinos, vegetal,animal, mineral y humano.
Para mi es una cita muy especial de cada año a la que no puedo dejar de acudir ya que me conecta directamente con las personas que se interesan por mi trabajo que suelo exponer en las conferencias así  como los descubrimientos que voy haciendo en el campo de la alimentación, la salud y la medicina natural. Es por esta razón que no dejó pasar esta oportunidad que brinda Biocultura..

-Alguna anécdota graciosa que te haya ocurrido en bioCultura.
Como anecdótico puedo decir que recuerdo acudir a BioCultura Barcelona en todos las ediciones e incluso en otras ciudades donde se hace la feria, pero me resulta gracioso el hecho  de estar en un lugar donde se presentan los mejores alimentos del mercado “bio” pensados para la salud y, cuando yo tenía el centro de dietética, en el pasado visitabamos BioCultura con la intención de conocer las novedades, para aprovechar y saludar a fabricantes y distribuidores, conocer todas las empresas con nuevos productos… También recuerdo de hacer pedidos para aprovechar los descuentos que nos ofrecían, y con cada empresa nos veíamos obligados a probar los productos y eso hacía que mezcláramos tantos diferentes alimentos a la vez (zumos de frutas, hamburguesas vegetales, bebidas, postres, yogures de soja, algas, vino ecológico, aceite de oliva…). La mezcla era tan exagerada, de tantos productos, que volvíamos a casa literalmente “enfermos” del estómago e incluso a veces vomitando de tanto comer y  probar. Jajaja. Ïbamos para sanarnos y nos poníamos malos, jajaja. En la actualidad que sólo doy las conferencias y me paseo por gusto como visitante para ver las novedades… Me ahorro tener que probar de la misma manera que hace años y  ahora suelo acabar  escondida en la cocina del showcooking comiendo un poco de arroz con lentejas buenísimo o algo similar que me consiguen los compañeros de la cocina y que agradezco infinitamente.