Los alimentos ultraprocesados ganan más espacio en las mesas de las familias.

Mucho del contenido que leemos en prensa diaria o en diferentes medios, es producto del marketing de la industria alimentaria y no de la ciencia ni de la salud. Hay un “exceso de información”, y eso nos genera mucha desinformación. 

Los alimentos ultraprocesados ganan cada vez más espacio en la mesa de las familias. La tendencia es impulsada por el marketing y la publicidad irrestricta de estos productos en un mercado desregulado. El sector de la industria alimentaria nos propone constantemente los maravillosos “superalimentos”donde chefs y famosos nos recomiendan productos, platos y recetas, con el concepto “saludable”. Bajo mi criterio, este concepto no es técnico, ni profesional porque no define nada objetivo, teniendo en cuenta que cada persona tiene una constitución única. 

 

Las marcas utilizan cada vez más el marketing de influencia en el sector alimentario, poniendo al frente de los anuncios a jóvenes con millones de seguidores, utilizándolos para promover sus productos. Ellos son el sector más perjudicado porque están adquiriendo información sobre alimentación y salud no adecuada, promoviendo el crecimiento de las tasas de sobrepeso y obesidad, a la vez que son ellos mismos los más grandes consumidores de la comida rápida, barata, y ultraprocesada con químicos. Por otro lado, están los profesionales de la nutrición, algunos de ellos les falta la experiencia y otros se basan en teorías difíciles de aplicar por qué no personalizan las causas.